El proyecto de tri-generación instalado en el edificio de los padres Salvatorianos de Logroño, ubicado en la calle Madre de Dios, es pionero en La Rioja y provincias limítrofes y conjuga la energía solar térmica, la solar fotovoltaica y la biomasa. La energía solar térmica se consigue mediante un sistema de 15 colectores que permite calentar el agua sanitaria durante todo el año, incluso en los días más duros de invierno. «Esta mañana me he duchado con agua caliente que llevaba almacenada desde ayer», apunta Rodolfo Cabello, director del Centro, para ilustrar el funcionamiento del sistema. En la cubierta del edificio, 336 paneles fotovoltaicos, que tienen una vida útil de 40 años, producen energía con su simple exposición al sol. «La energía producida es totalmente limpia al no emitir ningún residuo», señala Javier Hernández, técnico de Solarbox. El tradicional sistema de calefacción (de gasoil o gas natural) se ha sustituido por una caldera de biomasa que funciona con restos agrícolas y forestales. Actualmente se emplea cáscara de almendra porque es el material «más limpio», aunque su mayor hándicap es el abastecimiento. «Traemos las cáscaras de almendra del sur de España, sobre todo de Almería, aunque no es fácil porque hay pocos proveedores», indica Cabello. Como alternativas, podrían usarse astillas de madera o huesos de aceituna, pero «las cáscaras de almendra son el material más práctico», añade el director, en la sala de calderas del edificio. La instalación cuenta con un sistema de telecontrol que permite supervisar sus componentes desde cualquier lugar del mundo. Fuente: larioja.es
|